domingo, 6 de julio de 2008


Perdón por sujetarte las alas y mantenerte en el suelo por largo tiempo.
Lo único que
hice fue retrasarte el vuelo que merecías tomar. Perdón por entrar en tu vida y quedarme ahí.
Sólo fui un estorbo en tu camino
.

Perdón por hacer que me recibieras.
Sólo fui un huésped que nunca debió haber llegado
.

Perdón por todo el tiempo que invertiste en mí.
Lo que hiciste fue perder vida
.

Pero por sobre todo, perdóname por existir.
Esa fue la única manera por la que pudiste tropezar conmigo y ser tu desgracia.
Cómo nunca es tarde, decidiste abrir tus alas y emprender vuelo,
escapar de esta miseria en la que te sumergiste y te sumergí.
Buscaste la salvación que nunca encontraste conmigo.
Ahora, nada estorba, nada molesta,
maldigo mi existencia por cerrarte los ojos a lo que realmente merecías y necesitabas.

Ahora la luna te da la luz que nunca te dí.
Hasta siempre... vuela alto, como nunca lo podré hacer yo.

No hay comentarios: